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LyD propone nuevo indicador para medir desigualdad: Años de Vida Potencialmente Perdidos

Un informe del think tank postula que los índices comunes no permitirían realizar una observación objetiva de la evolución del mismo grupo de personas a través del tiempo. Por ello plantea el AVPP basado en las cifras del Minsal y a partir del cual se genera un indicador de bienestar de salud, considerando el desarrollo de igual grupo por 15 años.

Fuente: PulsoPublicado el 14 de marzo de 2016.

El bienestar de las personas es una, sino la más importante prioridad de todos los gobiernos. Por lo mismo, existen muchos indicadores que ayudan a medir esta arista, como los de evolución de la pobreza y el índice de Gini que mide la desigualdad de los ingresos.

De éstos se desprenden diferentes parámetros como el índice 10/10, que mide la brecha entre el 10% más rico y el 10% más pobre del país, que divide a la población en deciles. O el índice 20/20, que bajo la misma lógica ayuda a evidenciar la diferencia entre quintiles.

Sin embargo, todas estas son mediciones de tipo transversal, vale decir que muestran el "ahora" del 10% de las comunas más pobres versus el 10% más rico, comparado con la misma medición de un número de años atrás.

Libertad y Desarrollo (LyD) postula que estos índices no permitirían realizar una medición objetiva de la evolución del mismo grupo de personas a través del tiempo.

Por lo mismo, postulan una nueva medición tomando de referencia un indicador de bienestar de salud a nivel comunal, basado en los Años de Vida Potencialmente Perdidos (AVPP), para dimensionar la brecha entre sectores de altos y bajos ingresos para un mismo grupo de comunas en el tiempo.

El principal resultado que se desprende de este indicador es que existe una evidente mejora en el bienestar de salud.

Según el informe de LyD, y basado en datos del Ministerio de Salud, Minsal, en 1998 los Años de Vida Potencialmente Perdidos por cada 1.000 habitantes era de 87,7 y en 2012 la cifra cayó a 71,6, es decir 16 años, lo que equivale a una caída de 1,4% por cada año.

Este indicador se calcula respecto de la esperanza de vida, en este caso de 80 años. Cada muerte prematura va sumando años a un promedio por comuna.

Pero la evidencia es mucho más relevante cuando se considera el AVPP entre las comunas más pobres y más ricas. En 1998 el 20% más pobre tenía un índice de 98,1 años perdidos de vida, lo que bajó drásticamente a 71,4 en 2012.

Destacan que desde 1998 a la fecha, "las comunas más pobres sí muestran una mejor situación en el tiempo. Además, sólo la mitad de las comunas que en 1998 pertenecían al primer quintil de ingresos lo siguen haciendo en 2013" según los datos de la encuesta Casen de ese año.

Alejandra Candia, Directora del Programa Social de LyD, explica que "en los casi 15 años de análisis, las comunas que en 1998 estaban en una situación más precaria (10% y 20% más pobre), vieron caer los años de vida perdidos en 37 y 27 años, respectivamente".

Esta misma situación, aunque en menor medida, se reflejó en las comunas más ricas, pues en 2013 el número de AVPP para las comunas que en 1998 integraban el 10% y 20% más rico cayó 12 y 10 años, respectivamente.

Para Candia "este resultado reafirma el hecho que nuestro país ha sido testigo en las últimas décadas de una mejora acentuada en los indicadores de bienestar, y en particular de bienestar en salud".

Brechas comunales

Volviendo a las brechas que existían y bajo la medición de LyD, mientras en 1998 el indicador de AVPP del 10% de comunas más pobres era un 45% superior al del 10% de comunas más ricas, esta brecha para el mismo grupo de comunas cayó a un 13% en 2012.

Esta diferencia es relevante, porque al considerar el 10% de comunas más pobres en 1998 y se compara con el 10% de las comunas más pobres en 2012 (que no son las mismas), la disminución de la brecha no se logra distinguir de la misma manera (fue de 30%)

Si el ejercicio se extiende a los quintiles, en el 20% de las comunas más pobres en 1998 los Años de Vida Potencialmente Perdidos superaban en 22% a los de las comunas del 20% más rico, diferencia que se redujo a sólo un 2% para el mismo grupo, pero prácticamente se mantuvo si se considera el quintil más pobre en 2012.

Para Candia, son muchas las razones que influyen en estos resultados, principalmente el aumento de la esperanza de vida de los chilenos: "Según la OMS, nuestra esperanza de vida al nacer entre 1990 y 2012 ha mostrado un importante incremento, desde los 73 a los 80 años, situándose 10 años por sobre el promedio mundial y un año por encima del promedio de los países con ingresos altos. Parte de la explicación de esto es el control de la mortalidad infantil: en igual período ésta se redujo a la mitad (de 16 a 8 niños por cada 1.000 nacidos vivos), quedando muy por debajo del promedio mundial de 35 niños. Esto no es sino reflejo del importante aumento en bienestar que nuestro país ha mostrado en las últimas décadas", finaliza.

Fuente: Pulso

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