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3 de cada 4 afiliados de Masvida que se cambiaron de isapre se fueron a Cruz Blanca, Banmédica y Colmena

En tanto, Consalud recibió el 22% de los beneficiarios de la firma y Vida Tres, el 4,1%. Además, se estima que un número relevante de personas habría decidido irse a Fonasa.

Fuente: El MercurioPublicado el 24 de abril de 2017.

La incertidumbre en torno a la crisis de Masvida generó una importante fuga de afiliados en 2016 y los primeros dos meses de 2017, hasta antes de que el regulador determinara la restricción de desafiliación, también conocida como "corralito".

Solo en febrero de este año, unos 28 mil beneficiarios (entre cotizantes y cargas) habrían migrado de la isapre de médicos, mientras que entre febrero de 2016 y ese mismo mes de 2017, más de 90 mil personas dejaron la aseguradora, según cifras de la Superintendencia de Salud. De ese total de beneficiarios, 51.406 se fueron a otras isapres, 359 fallecieron, mientras que hay 38.861 de los cuales no hay información. No obstante, se estima que una parte importante de estos últimos habría decidido irse a Fonasa.

Tres de cada cuatro afiliados de los más de 51 mil que migraron a otra isapre, ahora son usuarios de Cruz Blanca, Banmédica y Colmena. Estas tres compañías recibieron al 25,3%, 24,8% y 23% de los afiliados que dejaron Masvida, respectivamente.

En tanto, el 22,1% se cambió a Consalud -isapre controlada por Inversiones La Construcción (ILC)-, mientras que el 4,1% se fue a Vida Tres y el 0,7% restante ahora es cliente de otras aseguradoras.

Causas de la fuga

Durante el período de crisis de Masvida -sobre todo en los primeros dos meses de este año-, la competencia desplegó fuertes campañas para convencer a los afiliados de Masvida para que pasaran a ser sus clientes, argumentando que la incertidumbre dentro de la firma era tal que sus coberturas corrían peligro.

Pero estas estrategias no estuvieron exentas de cuestionamientos por parte del regulador. Cuando la crisis se agudizó, las isapres no solo decidieron llamar a algunos afiliados de Masvida para intentar convencerlos de abandonar la aseguradora de médicos, sino que vendedores de otras isapres entregaban sus tarjetas de contacto afuera de las sucursales de Masvida, con el fin de persuadir a los clientes que salían de los locales de la aseguradora. En esa oportunidad, la Superintendencia de Salud instruyó la regulación de esa situación.

Además de las arremetida de las isapres, fuentes de la industria recuerdan que la suspensión de los convenios -situación que se tornó más crítica cuando los posibles socios estratégicos que buscaba Masvida declinaron ingresar a la propiedad- también impulsaron una fuga masiva de afiliados. Afirman que la suspensión del convenio con la Clínica Santa María fue una de las causas más importantes de la decisión de dejar la isapre para algunos usuarios.

Fuente: El Mercurio

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