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Emprendedores, empleados en aplicaciones, dependientes e independientes: El juicio a las condiciones laborales que ofrece cada sistema

Una de cada cinco personas conoce a alguien cercano trabajando para aplicaciones como Uber, Cornershop, Rappi o Glovo. Solo el 6% de los dependientes cambiaría su actual trabajo para desempeñarse en alguna de estas empresas.

Fuente: El MercurioPublicado el 22 de abril de 2019.

A nadie sorprende la inmensa cantidad de automovilistas, motociclistas y ciclistas que se han tomado las calles de las principales ciudades del país trabajando para algunas de las principales aplicaciones móviles. La explosiva irrupción en los últimos años de empresas como Uber Eats, Glovo o Rappi, dedicadas principalmente al delivery de alimentos; Uber o Cabify, en el transporte de pasajeros; o Cornershop para la compra en supermercados. Todas ellas han facilitado la vida de las personas. No obstante, su llegada también ha abierto un espacio de debate en torno a la situación laboral en que se encuentran sus trabajadores.

"Estamos conscientes de que los sistemas de trabajo están cambiando a una velocidad muy grande y, dentro de nuestro ámbito de acción, es importante tomar nota de estas tendencias", señala Felipe Bunster, gerente general de la Mutual de Seguridad, entidad dependiente de la CChC, que encargó un análisis a GfK sobre la percepción que existe entre las personas sobre estos nuevos sistemas y opciones laborales. ¿A qué conclusión llegaron? Que estas nuevas formas de trabajo "podrían presentar condiciones laborales desfavorables en comparación con trabajadores dependientes con contrato y jornada de trabajo regular".

Por ejemplo, al compararlo con el trabajo con contrato, el 62% cree que las personas que se desempeñan en alguna de las aplicaciones antes nombradas están en una situación de desprotección, una cifra que es mucho más alta respecto de la percepción que hay sobre otros tipos de trabajo (independiente, emprendedor). Esta sensación de desprotección es mayor entre quienes se declaran usuarios, llegando al 67%.

Lo mismo ocurre ante la consulta si el trabajo a través de una aplicación es mejor, igual o peor que un trabajo dependiente. El 21% plantea que es mejor y el 41% que es peor. Sin embargo, la percepción mejora entre quienes conocen a alguien que realiza este tipo de labores (31% versus 40%).

La encuesta da cuenta que el 20%, es decir 1 de cada cinco consultados, dijo conocer a alguien que se desempeña en aplicaciones.

Solo el 6% de los trabajadores dependientes se cambiaría a trabajar para alguna aplicación móvil

¿En cuál de estos sistemas le gustaría que trabajara su hijo? Ante esta consulta, el 46% respondió que preferiría que se transformara en trabajador dependiente y solo el 4% que lo hiciera en las aplicaciones móviles. El 50% restante se reparte entre que su retoño fuese independiente o emprendedor.

La sensación de desprotección en torno a este tipo de trabajo incide además en la baja intención que muestran los trabajadores para cambiarse a este rubro. Solo el 6% de los dependientes tomaría esta opción, porcentaje similar a los que se declaran independientes (5%) y emprendedores (8%). De hecho, los independientes y dependientes optarían mayoritariamente por transformarse en emprendedores. En tanto, los emprendedores escogerían ser dependientes.

El gerente de estudios de GfK, Felipe Lohse, plantea que como sociedad estamos haciendo uso del tiempo de una manera distinta, por lo tanto, se ha creado una necesidad por este tipo de servicios. "Al mismo tiempo, somos conscientes que se produce una dificultad y no es invisible a nuestros ojos. La pregunta es cómo conciliamos esto. Se requiere protección y justamente porque muchas de estas formas de trabajo están sometidas a riesgos", añade.

Bunster va más allá y expresa que la percepción de precariedad en torno al trabajo por la vía de las aplicaciones móviles impone desafíos para el desarrollo de políticas públicas en el ámbito laboral. "Como país no podemos negar que este tipo de trabajo ha sido un aporte en la medida en que permite a las personas dar valor monetario a horas de tiempo que antes no tenían. Desde ahí creemos que se debe buscar mecanismos para que los repartidores estén cubiertos por los distintos sistemas de la seguridad social, sin perder los beneficios de esta nueva economía. En ese sentido, el principio que se aplicó a los trabajadores independientes es un buen ejemplo de cómo se intenta cubrir la necesidad de contar con seguridad social".

Este estudio se presentará en la próxima edición de la Mutual Summit 2019 denominada "¿El futuro del trabajo o el trabajo del futuro?, que se realizará el jueves. Está previsto que en el evento participen, entre otros, el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, y la economista Andrea Repetto.

62% cree que trabajadores de aplicaciones están desprotegidos laboralmente, y solo el 4% querría que un hijo se desempeñe en una de ellas.
Fuente: El Mercurio

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