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¿Cómo se vive el debate sobre la jornada? Lo que se escucha hoy al interior de las empresas

La reducción de horas trabajadas, que ha puesto frente a frente al Gobierno y a las diputadas del Partido Comunista, Camila Vallejo y Karol Cariola, ya es tema en las compañías del país. Independiente del tamaño, en cada firma el análisis cobra un tinte distinto dependiendo de si habla el empleador, trabajador o propietario, así lo corroboró un foro convocado por la Fundación Carlos Vial Espantoso y Diario Financiero. Gerentes generales, de Recurdos Humanos y dirigentes sindicales, parecieran dar por hecho que el cambio llegará.

Fuente: Diario FinancieroPublicado el 12 de agosto de 2019.

El principal punto de acuerdo: un debate que no puede postergarse

La discusión en torno a si Chile está o no preparado para una nueva reducción de la jornada laboral se instaló en las mesas de conversación del país. Así ha quedado de manifiesto en las últimas semanas, periodo en el que ha tomado un fuerte protagonismo la propuesta de las diputadas comunistas, Camila Vallejo y Karol Cariola, de reducir las horas de trabajo de 45 a 40 horas semanales.

La creciente popularidad de la propuesta terminó generando una sorpresiva jugada por parte del Gobierno, quien el pasado jueves en un intento por contrarrestar la arremetida de las diputadas del PC, presentó su propia propuesta de reducción laboral a 41 horas semanales promedio, pero de la mano de mayor flexibilidad laboral.

Pero ¿están las empresas y trabajadores de acuerdo con la discusión? ¿cómo creen que debe implementarse? Para justamente conocer la visión interna del mercado laboral al respecto, Diario Financiero y la Fundación Carlos Vial Espantoso reunieron a gerentes generales de PYME, gerentas de recursos humanos y sindicatos para conocer su impresión sobre el debate, sus observaciones y críticas.

Esta instancia de diálogo contó con la presencia Gabriela Ugalde, gerente de recursos humanos de CCU; Francisca Garretón, gerente de personas de Aguas Nuevas; Andrés Rodríguez, gerente general Mining Tag; Javier Figueroa, gerente general SwissLog; Christian Valencia, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores Sodimac; y Fe Sánchez e Isabel Vial de la Fundación Carlos Vial Espantoso.

¿Hubo puntos en común? Sí. El principal, es que es una discusión que debe enfrentarse por la rápida transformación que está enfrentando el mercado laboral. Pero hay matices entre ellos respecto a cómo afectará a las empresas, principalmente a las de menor tamaño.

"No se puede postergar"

"Estamos atrasados en el debate, esta es una discusión que hay que hacer. Creo que susto hay y es súper entendible, miedo a la reducción de los sueldos, miedo a la pérdida de ingreso de las empresas, pero es un debate que tenemos que enfrentar por la velocidad de los cambios", planteó Francisca Garretón, gerente de personas de Aguas Nuevas.

El planteamiento fue compartido por Gabriela Ugalde, gerenta de recursos humanos de CCU, quien agregó que es una discusión "que necesitamos". "Hoy tenemos trayectos largos, una ciudad muy estresada, niños que hoy están solos en sus hogares y, por eso esta demanda es un tema que queremos apoyar. Pero esto debe analizarse con responsabilidad cuidando la productividad", dijo.

Más crítico se mostró Javier Figueroa, gerente general SwissLog, quien si bien estuvo de acuerdo en que el tema debe abordarse, señaló que la discusión no es tema en las regiones. "Tenemos cosas más importantes en que pensar y canalizar. Por lo menos en Magallanes hay un tema súper fuerte con lo que pasa con Mina Invierno por ejemplo, con lo que pasa con las salmoneras, que es una fuente súper importante de trabajo y están todas judicializadas", dijo.

Más optimista se mostró Andrés Rodríguez, gerente general Mining Tag, para quien la posible implementación de una jornada más corta es positiva para el país. "Salir del estatus quo es algo que te va a llevar obligatoriamente a dar un paso más allá, y va hacer que los mismos empresarios y gerentes se pongan más ingeniosos y salgan de su zona de confort, porque si estás cumpliendo con todo, hace que nadie haga nada. Pero el hecho de que pase algo generará que todos tengan un incentivo a hacer cambios", aseguró.

¿Y el mundo sindical? Christian Valencia, representante de los trabajadores de Sodimac, valoró que el tema esté en discusión, pero planteó que para los trabajadores la principal inquietud es que "se resuelva de la mejor manera posible, y que no signifique un impacto para la empleabilidad".

Implementación paulatina pero sin exagerar: la clave para generar un cambio real

"El otro día escuché 'hagámoslo de manera paulatina media hora por año', esos son 10 años. O sea, es como para que nadie se de cuenta, para que no se note, para que no haya cambios. No. Si lo vamos a hacer, que se note el cambio, en un periodo que se puedan observar cambios", comentó Francisca Garretón respecto al cómo debe implementarse una reducción de la jornada laboral.

Si bien al interior de los presentes en el foro existió acuerdo en que si la reducción es aprobada -con o sin flexibilidad- debe implementarse de forma gradual, también hubo consenso en que dicha transición no debe ser excesiva.

"Hoy los trabajadores se están dando cuenta que se está priorizando la inmediatez, algo que ha permitido la conectividad. Los cambios en tecnología son rápidos. En línea con eso nuestros trabajadores están preocupados y demandan rapidéz también en esto", afirmó Gabriela Ugalde, de CCU.

¿Y la flexibilidad?
Con respecto a la si la propuesta debe ir o no de la mano de la flexibilidad -que es lo que promueve el Gobierno-, el grupo se inclinó por esta idea.

"Esto sí o sí tiene que venir con flexibilidad laboral, porque todos tenemos épocas críticas en nuestras empresas (...) la propuesta del Gobierno a nosotros nos cuadra bastante más que lo de Camila Vallejo, porque va relacionado con una flexibilidad. Ahora, ¿qué es flexibilidad laboral? eso es lo que tenemos que poner sobre la mesa a discutir", dijo Javier Figueroa, gerente general SwissLog.

Los trabajadores también se mostraron más simpatizantes con este escenario. "Eso es lo que la gente necesita, de verdad. Además de una reducción, lo que quieren es algo que sea flexible, que le permita hacer otras actividades", expuso Christian Valencia, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores Sodimac.

Garretón si bien se mostró a favor de la flexibilidad, recalcó que se debe ser cuidadoso sobre cómo se "vende" dicho espacio de libertad.

"Se habla de una flexibilidad total de mutuo acuerdo, y yo la siento muy... fantasiosa. Eso de nos ponemos de acuerdo en el uno a uno, qué jornada quieres tú, qué jornada quiero yo. Eso no es real, eso es ser irresponsable con la sociedad finalmente, porque efectivamente las relaciones no son iguales", argumentó.

Andrés Rodríguez, de Mining Tag, consideró que "ajustar la demanda del trabajo a la capacidad que tiene la empresa, es la clave para tener una economía que pueda ser mucho más eficiente al final".

A su juicio, es clave que se permita que los trabajadores en época de mayor demanda puedan trabajar más y viceversa.

Días de trabajo más cortos: ¿Recreación o búsqueda de nuevos ingresos?

"Hay que tener ojo con el concepto de trabajo decente, porque si resto cinco horas, pero los ingresos no son justos, no hay desarrollo de oportunidades, no hay protección social, es obvio que voy a buscar una renta complementaria. A ratos ese concepto se nos pierde", advirtió Fe Sánchez, gerente general de la Fundación Carlos Vial Espantoso.

Su planteamiento generó eco entre los representantes del mundo empresarial y el dirigente sindical, quienes reconocieron que lo más probable ante una posible reducción de la jornada es que aumente la cantidad de personas con más de un empleo.

"La apuesta de la flexibilidad es atractiva, es bastante buena, ahora ¿qué hago yo en el tiempo libre? irme a la casa o buscar otro trabajo. La propuesta es que descansen, ojalá descansen, pero hay gente que no lo hará", sinceró Christian Valencia, representante de los trabajadores de Sodimac.

Su planteamiento fue compartido por Francisca Garretón, de Aguas Nuenas, quien lamentó que la propuesta del Ejecutivo hable de vida familiar y recreacional y en propuestas concretas "no proponga nada".

"El reducir las horas implica otras cosas, implica cómo me empiezo a hacer cargo de espacios de recreación, de desarrollo de cultura, de la salud mental, de las relaciones con el mundo sindical (...) No hay ningún otro título que complemente la canción, la canción es jornada. Eso es", lamentó Garretón.

"Hay países modernos que tienen programas de actividades recreativas o sociales deportivas de muy bajo costo, que permiten tener tiempo libre, y hay otros países, como el nuestro, que no está preparado para eso", agregó la ejecutiva de Aguas Nuevas.

Millennials, de nuevo
Pese a todo, hubo consenso en que hay un grupo de la población que sí ve la reducción de la jornada laboral como una fórmula para ganar vida social: los millennials.

"Hoy en día la generación joven, que está entrando en el mundo laboral, es distinta a la generación nuestra, por tanto se fijan en otros aspectos al momento de escoger un trabajo. Ellos le dan mucha más relevancia al tema de la calidad de vida y valoran mucho eso", recalcó Isabel Vial, presidenta ejecutiva de la Fundación Carlos Vial Espantoso.

Su opinión fue compartida por Andrés Rodríguez, de Mining Tag, quien agregó que "la gente ya no mira solo la plata. Yo llego donde un programador, le ofrezco 50% más, y me dice no, porque es feliz y en su trabajo tiene Play Station. Hay un concepto en algunos trabajadores que cuando ya tienen ciertas necesidades básicas satisfechas, la plata no es lo más importante", aseguró.

Fuente: Diario Financiero

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