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Las inquietudes de los técnicos por el seguro de longevidad: el debate que surge en la discusión de la reforma previsional

Expertos advierten sobre sus problemas de regresividad, plantean sus dudas sobre el financiamiento y el interés del mercado. Representante de Demócratas en la mesa técnica defiende la idea.

Fuente: DFPublicado el 22 de agosto de 2023.

Las miradas en torno a la posibilidad de concretar un acuerdo en materia previsional están puestas hoy en el mundo político. No obstante, los técnicos siguen de cerca el debate.

En ese afán de alcanzar un consenso y teniendo a la vista que la fórmula para el 6% de cotización adicional entrampa las posibilidades de acercar posiciones es que algunos sectores -como Demócratas- han impulsado o al menos han señalado que se debe estudiar la posibilidad de crear un seguro de longevidad.

La idea no es nueva. De hecho, existen varias propuestas, como la del exsuperintendente de Pensiones, Guillermo Larraín; la de la actual presidenta de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), Solange Berstein y Marco Morales; y la de la senadora Ximena Rincón.

Sin embargo, el seguro de longevidad está lejos de generar un acuerdo transversal.

Es más, es una posibilidad que preocupa a algunos técnicos. Tanto así que, a principios de agosto, reconocidos actores del mundo técnico, miembros de Espacio Público -Paula Benavides, Andrea Repetto, José de Gregorio, Eduardo Engel y Patricio Domínguez- encendieron las alertas a través de una columna de opinión.

Paula Benavides, economista y presidenta ejecutiva de Espacio Público, aseguró a DF que "el seguro de longevidad es una apuesta riesgosa que en la práctica puede terminar desviando la discusión y haciendo perder la pequeña ventana de oportunidad que aún queda para una reforma".

Esto, porque a su juicio, se ha visto interés por parte de algunos sectores en el instrumento, pero no así una propuesta de diseño específica que haya sido presentada al Gobierno, acompañada de estudios actuariales y de factibilidad que la sustenten.

"Si bien existen estudios académicos previos con diseños muy distintos, cualquier discusión hoy debiera darse a partir de propuestas concretas, que especifiquen los diseños y transiciones considerados, la forma de financiamiento y cómo se resuelven en la práctica los problemas de regresividad, implementación y articulación con el sistema de pensiones que se sabe que un seguro de longevidad puede tener", sostuvo.

Para Guillermo Montt, especialista Principal en Protección Social de la OIT, "es una idea que parece, en principio y en teoría, atractiva para el contexto chileno porque podría mejorar las pensiones autofinanciadas incorporando un mecanismo de seguro", no obstante, plantea varias preocupaciones.

El experto manifestó que ve difícil que aseguradoras se interesen a precios convenientes y que, por otro lado, surgen preguntas sobre el financiamiento de este mecanismo y la transición a su implementación.

En ese contexto, explicó que, si se financia con las cotizaciones actuales, se puede pensar en el seguro de longevidad como un mecanismo de solidaridad intergeneracional, pero advirtió que "más regresivo que otros que podemos idear, ya que quienes financian el seguro son todos y todas pero las personas que suelen tener la mayor sobrevida son las personas que mejores ingresos tuvieron en su vida laboral".

En tanto, si se financia con una prima que se adquiere durante la trayectoria laboral, Montt se pregunta ¿cómo financiamos a las personas que hoy tienen una longevidad mayor? "Si queremos ofrecer mejores pensiones hoy y si no se pretende financiar solidariamente, entonces tendría que financiar el Estado, pero no veo espacio fiscal para añadir el financiamiento de un seguro, que además de la presión fiscal que significa la PGU, es incierto y regresivo",sostuvo.

Por su parte, el abogado Alejandro Charme, quien fue el representante de RN en la mesa técnica y es ex fiscal de la Superintendencia de Pensiones, coincidió con Montt en que entregaría prestaciones regresivas y que es "casi imposible" que las aseguradoras se interesen en este seguro. "Por tanto, estamos hablando de un Fondo Colectivo que recibirá cotizaciones que se invierten en el mercado de capitales para ir pagando una pensión de longevidad a quienes sobreviven cierta edad", manifestó.

En ese contexto, le agrega una preocupación adicional: "Si finalmente esta institución se convertirá en un Fondo Colectivo de Longevidad existe el riesgo político de que sus recursos se utilicen para otros fines, lo que resulta de una peligrosidad mayor, puesto que su finalidad será pagar las pensiones de las personas de mayor edad de nuestro país, a las cuales no podemos dejarlas desprovistas de una prestación pecuniaria para satisfacer sus necesidades".

Demócratas defiende el instrumento

Para Fuad Chahín, representante de Demócratas en la mesa técnica por pensiones, el seguro de longevidad "termina con las odiosas tablas de mortalidad a los 110 años, además con un castigo a las mujeres y permite tener un impacto en las pensiones actuales sobre la base que proponemos un financiamiento con un anticipo contra flujos futuros y recalcular todas las pensiones a 85 años y eso tiene un impacto importante en el aumento de la tasa de reemplazo".

Respecto a las críticas que se han levantado sobre la regresividad del instrumento, el exdiputado lo defiende: "lo más regresivo e injusto es lo que tenemos hoy, que a los pobres se les castiga con bajas pensiones porque se calculan sobre tablas de mortalidad las cuales no son aplicables a ellos, sus expectativas de vida son más bajas".

Sobre el financiamiento, apuntó a que "es relativamente barato" y que con 1,8 puntos de cotización "se puede financiar una pensión del orden del 90% de la pensión contributiva hasta los 85 años".

Y por último, sobre la duda de si hubiera o no interés de parte de la industria, manifestó: "si no hay compañías privadas interesadas, entonces que actúe el Estado, que el Estado tenga una aseguradora pública que lo pueda hacer".

Fuente: DF

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