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La encrucijada de la oposición frente al quinto retiro desde las AFP en la Cámara

Un sector insiste en buscar una fórmula para darle viabilidad al proyecto, pese a que admiten que está difícil.

Fuente: DFPublicado el 13 de diciembre de 2021.

Hace exactamente una semana, la oposición sufrió una fuerte derrota en la Cámara de Diputados, al no alcanzar el quorum necesario para aprobar el proyecto de cuarto retiro desde los fondos de pensiones y segundo anticipo de rentas vitalicias. Herida a raíz del golpe propinado por el Gobierno, aún intenta levantarse, tratando de sacar adelante el proyecto de un quinto retiro -en la práctica, un cuarto- con el que la diputada Pamela Jiles (PH) reaccionó a la estrategia del Ejecutivo.

Para ello, durante la semana en la oposición se han estudiado diferentes alternativas, partiendo de la base de que, tal como lo demostró la votación del cuarto retiro, no están los votos ni siquiera en el sector para respaldar un nuevo giro.

El presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara, Marcos Ilabaca (PS), está consciente de ello, por lo mismo asegura que si bien está disponible para poner en tabla la iniciativa, "no quiero jugar con las expectativas de la gente". Con ello alude, justamente, al hecho de que es necesario encontrar una fórmula para asegurar que el proyecto sea viable. Ello implica que además de sortear la Corporación debiera contar con argumentos sólidos que lo hicieran viable también en el Senado, algo aún más complejo.

En eso ha estado trabajando Ilabaca con sus pares de oposición, según él mismo explica, aunque si no se encuentra una fórmula mágica de aquí a la próxima semana, cree que habrá que poner en tabla el proyecto, a su suerte.

Desempolvar un proyecto

Sobre la oposición pesa como una espada de Damocles la certeza de que no cuenta con los 93 votos para aprobar una reforma constitucional. De ahí que el jefe de la bancada del PPD, diputado Raúl Soto, ofreciera desempolvar un proyecto de ley presentado en julio de 2020, que modifica el Decreto Ley N°3.500 para establecer un mecanismo transitorio de retiro parcial de fondos y posterior reintegro de los mismos, "con ocasión de la declaración de un estado de excepción constitucional de catástrofe por calamidad pública, que signifique grave riesgo para la salud o vida de las personas".

Del ingreso de la iniciativa se dio cuenta en la Sala de la Cámara el 7 de julio de 2020 y fue enviada a la Comisión de Trabajo para iniciar su tramitación. Sin urgencia, el proyecto quedó ahí olvidado, ya que su intención original era sortear el quorum de reforma constitucional de la iniciativa, cuando parecía que podía morir cuando el Ejecutivo confirmó que concurriría al Tribunal Constitucional. Larga historia que acabó con el Ejecutivo enviando al Congreso una propuesta propia de segundo retiro, que se terminó aprobando en diciembre de ese año. Todo, mientras la popularidad del presidente Sebastián Piñera rondaba el 17%, según la encuesta Cadem.

Y la iniciativa siguió relegada durante el debate del tercer retiro, que se produjo en medio de una sivilina pero efervescente carrera electoral parlamentaria y presidencial, pero en la que los vaivenes de la coyuntura social afectaban más a los primeros que a los segundos. En ese escenario, el tercer giro también logró el respaldo en el Congreso. Pero superada esta euforia, todo hacía presagiar que el cuarto no seguiría el mismo destino, tal como ocurrió.

Deficiencias de la iniciativa

A partir de este traspié, uno de los autores del proyecto de ley, el diputado Soto, puso nuevamente sobre la mesa avanzar en la iniciativa que no requiere para la que sí habría votos.

Aunque según trascendió, Soto hizo gestiones para ello con el presidente de la Comisión de Trabajo, Gabriel Silber, pero este último no está convencido de que dicha iniciativa sea la solución que la oposición anda buscando. Porque tiene varios aspectos, más allá del bajo quorum, que habría que modificar: Pese a que al no ser reforma constitucional baja el quorum para su aprobación, esto choca -según estima la mayoría de los parlamentarios- con que el tema abordado es de atribución exclusiva del Presidente de la República, por lo que aunque se aprobara terminaría en el Tribunal Constitucional y no llegaría a ver la luz como ley.

Por otro lado, es que la propia iniciativa establece que la política de retiros sólo podrá aplicarse en el marco de un estado excepción constitucional, que ya no existe.

En este escenario, Silber dice estar disponible para ponerlo en tabla, en la Comisión de Trabajo, en la medida que se solucione el problema de que lo lleven al TC y la oposición concuerde un instrumento para materializar el proyecto, es decir, el anhelado quinto retiro de la oposición.

Así las cosas, en la oposición aseguran que en la Cámara existe voluntad política para avanzar, aunque no ven la misma anuencia en el Senado. Sin embargo, los diputados entienden que si no se encuentra una fórmula que asegure un respaldo mayoritario, la iniciativa no será ley pese a la presión que existe por iniciar su tramitación, ya sea en la Comisión de Constitución o de Trabajo de la Cámara. Porque hasta ahora ninguna de las dos posibilidades asegura cumplir con el objetivo final.

Fuente: DF

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